lunes, febrero 11, 2008

 

Expertos aseguran que el TDAH está infradiagnosticado en España


La OMS expone que la prevalencia del trastorno por déficit de atención e hiperactividad en población infantil se sitúa en el 5%
· España se halla lejos de diagnosticar al 5 por ciento de los niños que sufrirían trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), según la prevalencia estimada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Expertos consultados por CF (CorreoFarmacéutico) coinciden en que esta enfermedad, que parece nueva a tenor del ruido mediático de los últimos tiempos pero que se describió por primera vez a principios del siglo XX, se encuentra en una situación alarmante de infradiagnóstico y al menos la mitad de los pacientes no habría sido detectado.

Aunque su etiología no está clara, se sabe que es un trastorno madurativo del cerebro que se produce por una disfunción neurobiológica y que existe una base genética. "El mejor conocimiento de este cuadro clínico ha propiciado un aumento de diagnósticos. Pero hay una parte de la población que, probablemente, tiene el trastorno por las tasas que conocemos, pero no ha sido diagnosticado", afirma la jefa de Psiquiatría Infantil del hospital madrileño Gregorio Marañón, María Jesús Mardomingo.

"Lo que ocurre es que hay una mayor sensibilización y se está detectando el TDAH en más grupos de edad, e incluso a veces en adultos", argumenta Javier Soriano, del Grupo de Infancia y Adolescencia del Plan de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de la sociedad de médicos de familia Semfyc.

Diagnóstico tardío
Este aumento de diagnósticos podría hacer creer erróneamente que se trata de una enfermedad "de moda" o que se está sobrediagnosticando, señala Inés Hidalgo, de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap), si bien el diagnóstico a veces tarda años en llegar, "lo que conlleva un gran riesgo ya que con el tiempo aumentan los problemas asociados".

El TDAH es una enfermedad incapacitante que en la infancia impide un rendimiento adecuado en la escuela, propicia el fracaso escolar y perjudica las relaciones del niño con su familia, compañeros y profesores. "Si no se trata al niño su biografía se complica a lo largo de la vida", apunta el jefe de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, Javier San Sebastián, que describe que en adolescentes con TDAH que no han sido tratados, la impulsividad acarrea una mayor frecuencia de conductas paradelictivas, consumo de sustancias, accidentes de tráfico y embarazos no deseados.

Inatentos puros
Aunque San Sebastián conviene en que es necesario mejorar la detección temprana del TDAH, alerta de que "en inatentos puros, posiblemente se esté derivando en exceso a Salud Mental porque se ha divulgado que el tratamiento es eficaz. En el fondo, se trataría de niños desmotivados y poco trabajadores, y los fármacos, al grupo de síntomas que peor responden, son a los derivados de la inatención".

El diagnóstico del TDAH es sencillo y no requiere de pruebas complementarias, "a no ser que haya dudas con el diferencial". Aunque los episodios de inquietud, hiperactividad e impulsividad son habituales en la infancia, los niños con TDAH los presentan "en todos los contextos, por espacio de un tiempo indefinido y por lo general sin estímulos previos".

La responsable de la Sepeap expone que la historia clínica facilita la diferenciación entre niños nerviosos sanos e hiperactivos. "Los niños con TDAH no aprenden a realizar sus tareas, a pedir permiso y a no interrumpir y a obedecer. Se distraen mucho, y no adquieren conocimientos, lo que a su vez afecta a su autoestima y al comportamiento".

Soriano apunta que aunque el diagnóstico no precisa de un aprendizaje complicado por parte del pediatra, sí necesita tiempo. "En la consulta analizamos si se cumplen los criterios de la enfermedad, pero luego intentamos reforzar el diagnóstico con cuestionarios en la escuela y a la familia".

El diagnóstico y tratamiento del TDAH puede realizarse en atención primaria, a no ser que exista una duda diagnóstica importante, los fármacos resulten ineficaces o presenten efectos secundarios, o existan comorbilidades como depresión, ansiedad o tics, que debería examinar un especialista. "Un estudio de finales de los 90 mostraba que sólo el 30 por ciento de los diagnósticos de TDAH procede de atención primaria y aunque creo que esta situación se está modificando, todavía hay una parte muy importante de pediatras que no diagnostican. En el fondo del debate estaría la sobrecarga de atención primaria".

Tratamiento
El tratamiento farmacológico es fundamental, según el director del Instituto Valenciano de Neurología Pediátrica, Fernando Mulas. "No es una enfermedad de vida o muerte, pero tiene una base biológica y está demostrado que evolucionan peor si no se administran fármacos, y que este tratamiento previene la aparición de problemas, como la adicción a sustancias de abuso cuando son adolescentes".

Una enfermedad de niños y adultos
Russell Barkley, profesor de Investigación del Departamento de Psiquiatría de la Universidad The Suny Upstate en Nueva York (Estados Unidos), aprovechó su visita a Madrid el pasado mes de enero, con motivo del II Congreso Nacional de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) organizado por la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención, para insistir en que esta enfermedad tiene una base neurobiológica y genética, por lo que las terapias psicológicas o conductuales no son suficientes la mayoría de las veces para controlar los impulsos del niño.

El experto, autoridad mundial en TDAH, acaba de culminar una gira norteamericana para explicar las consecuencias de la enfermedad en el adulto que, según un estudio prospectivo en personas de entre 18 y 44 años, afecta al 8,1 de la población en Estados Unidos. Otros trabajos muestran además que los adultos con TDAH tienen tres veces más posibilidades de estar en paro, tienen el doble de probabilidades de no establecer vínculos firmes con amigos y cuadriplican el riesgo de sufrir una enfermedad venérea.

Retrato del problema. Signos característicos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Síntomas básicos y subtipos del síntoma dominante:

· Falta de atención. Dificultad para centrarse en una sola tarea de trabajo o estudio. Atención automática en tareas de su interés. Predominio del déficit de atención. Dificultades en la lecto-escritura y matemáticas. Menos propensos al trastorno negativista desafiante.

· Hiperactividad. Presentan hiperactividad sin finalidad. No pueden permanecer quietos ante una actividad determinada. Predominio de la impulsividad-hiperactividad: No se observa un patrón claro de falta de atención, sino de síntomas de hiperactividad-impulsividad.

· Impulsividad. Falta de control de sus reacciones o pensamientos inmediatos. Dependen demasiado de su estado de ánimo. Predominio tanto de desatención, impulsividad e hiperactividad. Los síntomas aparecen más tempranamente. Pueden ser emocionalmente inestables.

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